El número 53 de la céntrica calle San Miguel de Palma se ha convertido en el gran emblema de Cappuccino, el eje de una marca de proyección mundial pero siempre fiel a unas esencias de las cuales este viejo palacio mallorquín es todo un símbolo. Viéndolo ahora cuesta imaginar el estado en el que lo encontramos, tanto como a nosotros nos cuesta olvidar la impresión que nos causó cruzar su umbral por primera vez, casi como si acabáramos de descubrir un tesoro que había permanecido oculto durante años a la vista de todos.

En concreto, desde 1926.

Number 53 of the Calle San Miguel in Palma de Mallorca has become the emblem of Cappuccino. It is the cornerstone of a brand with worldwide appeal, but which is nevertheless true to the essence of its roots, perfectly symbolised by this Majorcan palace. Looking at it now it’s hard to imagine the state we found it in or to forget the impression it made on us when we crossed its threshold for the first time; it was as if we had uncovered treasure that had been hidden under everyone’s noses for years.

Since 1926, to be precise. 

Can Contestí, que era su nombre, fue una de las pocas casas nobles de Palma que escapó del objetivo de Donald G. Murray, autor junto a Aina Pascual del esencial libro “La casa y el tiempo”, editado en 1988, un espectacular recorrido por los interiores señoriales de la ciudad. “En cuanto a su interior, hablamos por referencias”, dicen en el libro, “pues Can Contestí es otra de las casas notables, arquitectónicamente mallorquinas, que permanecen cerradas, en espera de ser rehabilitada, y los actuales propietarios no nos han autorizado a fotografiar”.

Can Contestí, – that was its name – was one of the few fine houses in Palma that had escaped the lens of Donald G. Murray, co-author with Aina Pascual of the essential book La casa y el tiempo (House and Time), a spectacular tour of the interiors of the city’s manorial homes. “As far as its interior is concerned, we only have references”, they say in the book, “since Can Contestí is another of the exceptional, architecturally Majorcan houses that remain closed until it is renovated, and the current owners have not given us permission to photograph it.” 

_DSC8189 hr

Tras décadas abandonado, entrar a través del pequeño portalón lateral al interior de Can Contestí fue como acceder a un pasaje secreto, majestuoso a pesar de los estragos del tiempo. De hecho, para apreciar las dimensiones del jardín había que subir al tercer piso, ya que la maleza no permitía saber cuáles eran sus verdaderas dimensiones.

After standing abandoned for decades, accessing the interior of Can Contestí through a small side gate was like entering a secret, majestic landscape, despite the ravages of time. In fact, we had to go up to the third floor to appreciate the size of the garden because the weeds prevented us from seeing how large it was. 

_DSC2110 ret _DSC2123 _DSC2032

Las reformas se prolongaron durante un año y medio, de la mano de un equipo especializado en reformas traído desde Polonia. Pero valió la pena: el número 53 de la calle San Miguel de Palma se ha convertido en la sede central del Grupo Cappuccino, donde tenemos nuestras oficinas y desde donde se da forma, día a día, al sueño de un joven, que el día que cruzó por primera vez esta puerta apenas tenía 25 años. Era el 2 de octubre de 1996.

The refurbishment, performed by a specialist renovation team from Poland, took eighteen months. But it was worth it: number 53 of Calle San Miguel in Palma has become the headquarters of the Cappuccino Group, the offices where we strive every day to realise the dream of a young man who was barely 25 years old when he first walked through the door. It was 2 October 1996.